Nuestro afán es compartir éste espacio que hemos recuperado con todo aquel viajante que quiere conocer la esencia de nuestra tierra andaluza. Más allá de la imagen clásica de finca vacacional el ambiente que se respira es de una gran actividad multifuncional que se encarga del mantenimiento y mejora de las cuatro casas que incluye la propiedad, además de la producción de verdura y fruta ecológica, la cría de variados animales de granja y otras actividades de carácter cultural vinculadas al arte o al entretenimiento de los más jóvenes.Hoy en día se encuentra abierta, más que nunca, al intercambio intercultural entre viajeros de todas las nacionalidades.

Mi abuelo se enamoró de esta finca, entonces poblada de naranjo sevillano. Hoy hemos recuperado la esencia de ese flechazo e intentamos compartirla con todo aquel que viene a conocernos. Nuestra finca cuenta con 4 casas de diferentes capacidades y estilos. Las casas son independientes las unas de las otras pero próximas. Se encuentran situadas alrededor de los jardines y la doble alberca convertida hoy en piscina. Cada casa tiene su jardín o terraza y luego están los jardines y zonas comunes como la piscina, zonas infantiles, ambigú Almodobar y salón multiusos Nave Verde, zona de huertos, la zona de los animales (la pajarera, el gallinero) , el bosque de eucalipto donde viven la burra y las cabras, la plantación de aloe, el naranjal centenario ... La finca es ideal para celebraciones al aire libre, encuentros de grandes y pequeñas familias, estancias en pareja, reuniones de amigos o escapadas solitarias. El espacio invita al relax y al disfrute.

A 1km de Mairena del Alcor y a 20 kilometros de Sevilla, en plena campiña sevillana nuestros asiduos son los pájaros de día y los astros de noche. Exuberante puesta de sol en la quietud del campo.