La singularidad de esta casa radica en su antigüedad (unos 200 años) y en la sencillez de su rehabilitación, realizada en el año 1984. Su uso fue desde un local sindical en los años 30, pasando por ser escuela en momentos puntuales. Un poco antes de la década de los años 50 fue ultramarinos, taberna y taller de costura, actividades que fueron desapareciendo con los años y por circunstancias familiares. En esa casa solamente nació una persona, que soy yo. TU986D RITGA E 2017 REXISTRO 002558

Soy profesora de profesión, ahora jubilada. Ejercí como tal durante 40 años, primero como maestra en diferentes escuelas de Galicia y los últimos 13 años como profesora de Lengua Gallega y Literatura en un Instituto de Cee. Me encanta leer, escribir y tengo publicados 46 títulos (poesía, cuentos, novelas, libros de textos, unidades didácticas, teatro...) dirigidos al mundo infantil, juvenil y adulto. La Literatura es mi pasión. Por eso esta casa también se conoce en la zona como la "Casa de la escritora Concha Blanco". Me agrada conocer gente nueva y la actividad de Casa O Cruceiro ayuda me ayuda a ello.

La aldea de Lires es bellísima. Impacta llegar a ella y abrirse ante tus ojos la visión del mar al fondo. Su encanto es ser un conjunto de paisajes, pinares, monte, mar, playa, ríos, ría (la ría más pequeña de Galicia) ... Vista desde la parte alta parece querer esconderse en la ría y vista desde la ría parece que resurge convirténdose en un árbol de colores, que son sus casas. Sus habitantes son gente sencilla, acogedora, servicial y muy humana. En Lires se pueden hacer muchas cosas, la principal, DESCANSAR, pero también el senderismo es buena práctica, los paseos a la playa al borde de la ría con su característico olor a eucalipto y a mar. La pesca es otra modalidad y el surf en la playa de Nemiña situada geográficamente frente a la playa de Lires, gana adeptos cada año. Mis lugares favoritos son el entorno de mi casa "O Cruceiro" por la paz que imprime, la Puesta de Sol contemplada desde la playa, por ser algo único y en la punta más septentrional de Europa y el paseo al borde de la ría, silencioso y relajante que invita a encontrase con uno mismo, no siempre fácil de conseguir.