Estamos en la Vall de Salarsa, un lugar especial, apartado y auténticamente rural, donde disfrutamos un microclima benigno. Nos rodean prados donde pastan animales, y bosque con infinidad de arboles, principalmente robles y hayas. Cerca hay riachuelos y ermitas románicas. La casa tiene muchos siglos, y es muy rústica y acogedora. Las habitaciones y espacios interiores y exteriores son sencillas y confortables. Desde el jardín y la terraza de la piscina de agua salada hay unas vistas preciosas. La cubierta de la piscina mantiene el agua a una temperatura óptima para el baño aunque el tiempo refresca, y permite alargar bastante la temporada de baño. Por favor consultar las fechas exactas de apertura y cierre. Servimos desayunos bufet variados, con embutidos y quesos de la zona, y nuestros pasteles caseros. Preparamos las cenas con ingredientes de calidad y proximidad del Ripollés, como carnes y verduras eco. Ofrecemos un menú con un entrante, un plato, y una pequeña selección de postres. Preparamos platos adaptadas a dietas especiales por encargo. Para evitar molestias a otros clientes solamente admitimos perros que sus dueños nos aseguran son tranquilos, educados, que no ladran habitualmente, y que pueden convivir sin problemas. Tiene un suplemento, y es bajo petición personal. Nosotros tenemos 2 gatos muy independientes que prefieren estar el exterior. Es un lugar para personas que disfrutan con la naturaleza, y quieren explorar una zona poco transitado. El acceso es por una pista forestal de 4km de cemento, y 2km de tierra. El ayuntamiento la mantiene en un estado aceptable. No aconsejamos venir con un vehículo muy bajo.

Llevamos desde 2008 recibiendo a huéspedes en casa y compartiendo nuestro amor por este entorno tan maravilloso.